(Si eres mujer, soltera y estás acostumbrada a la par que sorprendida con cómo actúan últimamente los hombres de tu entorno, quédate. Si eres hombre y te pica la curiosidad, eres bienvenido también.)
Últimamente el género masculino en su conjunto no para de sorprenderme. He de decir que desde mi primera entrada (y visto lo visto, desde la última también), han pasado muchas cosas y entre ellas que mi interés en el género masculino se ha centrado más en usarlos como amigos y/o elementos desechables, que en buscar algo más "profundo" en ellos. Ello me obliga a hacer uso de mis conocimientos como pseudopsicóloga e intentar conocerlos un poco, en plan Jane Goodall conviviendo con chimpancés, solo que ella (o al menos eso creo yo) no se los tiraba.
En mis observaciones, destacaré el caso de 3 hombres que, de puñetera casualidad, se conocen. Los llamaremos sujeto A, sujeto B y sujeto C.
Al sujeto A me lo intenté trabajar, pero decía ser un romántico, acababa de salir de una relación y no se creía preparado aún. (Sí, un hombre diciendo ESO). Es un tio bastante inteligente, al que podríamos definir como "el perfecto caballero", no es un adonis pero tiene ese no se qué que qué sé yo.
Al sujeto B le tengo echado el ojo desde hace meses, me queda dar el golpe de efecto. Es el típico Ken, pero yo no quiero resolver derivadas con él, así que por mí como si tiene una lobotomía hecha.
El sujeto C es la sorpresa. No entraba dentro de mis planes, lo conocí casi por casualidad. Hasta que me dijo a las claras que buscaba de mí lo mismo que yo en los sujetos A y B, y captó toda mi atención. Físicamente no está nada mal y es todo un canalla adorable. Me sigue el juego y eso me encanta. Para rematarlo, decir que me saca 7 años, con toda la experiencia vital que ello conlleva... (Solo de pensar en él ya se me erizan los pelillos del cogote)
¿Y cuál es el problema? pues bien, los tres son compañeros de la facultad, la semana que viene empezamos los exámenes y me los voy a encontrar a los tres y voy a tener que hablar con los tres estando los otros dos delante. ¿Y cuál es el problema? volveréis a preguntar, eso mismo pensaba yo, hasta que descubrí que sujeto A y sujeto C se conocen, y no se aguantan. Cuando uno descubre que he visto al otro, arde de ira cual novia celosa de melodrama de sábado por la tarde en Antena 3. Con comentarios tipo "nunca me dices cosas bonitas" o "tia, te pasa algo? te noto rara conmigo :( "
Así que a estas alturas del experimento de tipo observacional he de decir que no se cumplen (en absoluto) mis hipótesis iniciales. Buscaba 3 noches de placer (mínimo) y he acabado con dos chatis celosas y con su hombría dañada porque no les hago el suficiente caso. Y eso que aún no conocen al tercero...