El anterior lo comencé para desahogarme. Tenía 19 añitos (oh, la juventud...) y pasaba una mala racha. Me recuperé y pasé otra peor. Dejé el blog, me rapé, perdí peso, viajé, estudié, me inscribí en el INEM... Me volví a recuperar.
Ahora tengo 23 años (bueno, oficialmente los tendré en unas semanas) y vuelvo a pasar una mala racha. Pero no una mala racha sentimentaloide maníaco-depresiva de ésas que sufren las mujeres florero de las comedias románticas. No, una mala racha de ésas que te hacen madurar. Una racha que, creo yo, estamos pasando todos. Con algunos matices propios de mí, myself, claro está...
-Tengo un título de Técnico Superior en Admón. y Finanzas (suena a algo importante, ¿verdad?) y estoy en paro. Un año y algo llevo ya, parada de larga duración me llaman. A mí y a chorrocientos españoles más.
-Como no encontraba trabajo, en un arranque de optimismo pensé "¡ey, pues sigo estudiando, algo saldrá :)" y me matriculé en Psicología, mi amor frustrado, en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia, para los que no la conozcáis), mientras me salía un trabajo. Inocente de mí...
-Ayer me levanté contenta. Acababa de terminar los exámenes y, tras 9 meses de estudio intensivo (es lo que tiene la UNED, no da para respirar mucho), me iba a dar tres semanillas de vacaciones antes de empezar a plantear Septiembre. ¿Y qué menos que empezar dejándole las cosas claras al tío que me llamaba la atención?. "No se me apetece empezar nada con nadie..." contestó "...pero eh! por favor, no te enfades conmigo, sigamos siendo amigos!". Bueno, al menos me quité ese peso de encima diciéndoselo. Seguí contenta. Nunca me tomé muy a pecho ese tipo de rechazo, siempre pienso que pueden pasar cosas peores... Como el hambre en el mundo. O las injusticias de las dictaduras. O, yo que sé, que tengan finalmente que rescatar a España.
-No se me ocurre otra cosa que poner el telediario. Piden el rescate para la banca española. "Vaya hombre" pensé. Me removí incómoda en el sillón, miré los cereales del desayuno. Fíjate, ya no se me apetecían.
Y en cosa de diez minutos todo se me vino encima. Soy una chica de metro setenta y tres, setenta y tres kilos (valga la redundancia) concentrados en su mayoría en las caderas, y veintitrés años. Soy una parada de larga duración con un título superior y estudiante universitaria. No sé si podré pagar la matrícula del curso que viene. No sé si encontraré trabajo antes de que eso llegue, y si lo encuentro, y fuera de la rama administrativa, no sé si podría desempeñarlo, ya que hace siete meses que terminé el último curso de "reciclaje" de éstos que ofertan en el INEM.
En definitiva, no sé nada, sólo que estoy incómoda, inquieta. Y creo que necesito desahogarme. Mantener la cordura. Y he aquí mi solución. He aquí mi blog...
Pues bienvenida de nuevo y mucho ánimo, el blog es un buen sitio para desahogarse. Un beso
ResponderEliminarSau2
No sé si conocí tu blog anterior, pero bienvenida seas, desahógate mujer todo lo que haga falta, no te desanimes (sí lo sé es fácil decirlo cuando una tiene 45 y trabajo)
ResponderEliminarEntiendo que para vosotros los jóvenes (jo qué mal suena eso parezco la abuela cebolleta) es muy frustrante estar preparado para caminar pero que no te abran la puerta, si te sirve te ayuda lee mi post de hoy, a lo mejor como mínimp te hará sonréir
Besos
Rebienvenida a este mundillo!!
ResponderEliminarPues a desahogarse toca, no te quedes con las ganas mujer, además si lo compartes por estos lares siempre ayuda a alegrarle a una el día.
Cuídate, y aunque no te apetezca, cómete los cereales, es una orden :P
¿ Y no has pensado en pirarte a Australia una temporada a currar de lo que sea mientras practicas inglés? Mira que allí todos los tios son como Chris Hemsworth y pueden levantar en vilo a una tía para empotrarla contra la pared tenga las caderas que tenga!!
ResponderEliminarTotal, con internet, un portatil y Skipe estarás como en casa.
Tienes 23 añazos, ¡¡el mundo es tuyo!!! Haz el favor de creértelo pero YA.
Parece una chorrada supina lo que te he dicho, pero lo digo con cariño de bloguera que te saca más de 10 años y ya no puede pirarse a ver mundo (y a tirarse australianos) porque la hipoteca se lo impide.
Un abrazo.