jueves, 14 de junio de 2012

2. La "curriculumología" y los folios color salmón

 Ayer empecé mi ruta por Pueblo para ir dejando currículums en las empresas. Antes de nada, me pasé por la imprenta con mi pen drive, un humor de perros y molestias en el estómago. No sé por qué pero iba a desgana, lo consideraba (y lo considero) una pérdida de tiempo. Y en esas que el librero me está fotocopiando el currículum me dió por sacarle tema de conversación...

-¿Viene mucha gente a imprimir currículums?

Me miró por encima de las gafas y me ofreció una media sonrisilla.

-No te imaginas cuántos...

Siguió imprimiendo. Yo cambiaba de postura constantemente, era una situación incómoda para mí (como casi todas en estos días, la verdad).

-¿A qué empresas los vas a llevar?
-Gestorías. Tiendas. Colegios... Aunque yo creo que dónde quedarían mejor sería en el contenedor azul. Ahorraría tiempo y esfuerzo a mucha gente. Y cuidaría el medio ambiente también.

Otro silencio (incómodo).

-¿Sabes que hay como orientadores de la Junta que te aconsejan sobre cómo redactar el currículum?
-Sí, lo de los currículums es toda una ciencia. La curricumología la llamo yo, que si nada de grapas, que si no pongas en el encabezado "currículum vítae", que si ten un currículum A para unos puestos y uno B para otros... Hasta me han llegado a decir que los imprima en folios color salmón.

El dependiente me miró, un tanto incrédulo.

-Folios color salmón...
-Sí, sí. Un rosita pálido, como los de las páginas de economía de los periódicos.
-¿Y por qué color salmón?
-Supuestamente para que, en la empresa donde tengan un tocho, el tuyo destaque entre los demás folios blancos.
-Uhm... ¿Y eso no sería malo? Es decir, destacar... No todo el mundo se lo tomaría igual, ¿no crees?

Cogió los currículums ya impresos y me los entregó. La foto salió algo oscura. Parecía que estaba más morena de lo normal. "Bueno, a lo mejor hasta me viene bien" pensé.

-¿Cuánto es?
-3'75€

Sin poder ocultar mi mala cara, le pagué. Cogí mis currículums y me fuí a la puerta.

-Oye, ¿sabes qué hace mucha gente?
-Dígame.
-Imprimir los currículums en folios de 90 gramos. Son más gruesos.

Lo miré con curiosidad.

-¿Y qué tiene de especial un currículum en un folio más grueso?
-Da más categoría, mujer...

Lo miré arqueando una ceja. Tenía una sonrisilla en los labios. Miré el cambio que me había quedado del billete de 5€ por haber sacado 15 currículums a color (por la foto). Y lo volví a mirar a él.

-¿Quiere que le sea sincera? Si tienes dinero para sacar nosecuantos currículums en folios de 90 gramos es porque no necesitas trabajo, o al menos no de forma urgente. 

Y me fui ya más tranquila. Ahora el que estaba incómodo era el dependiente.

4 comentarios:

  1. Hola y rebienvenida al mundo blog. ¿Cuál dices que era tu antiguo nick? :)

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  2. La cosa es que buscar trabajo es el peor trabajo del mundo... y encima no está remunerado. Un rollo!

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  3. Odio el momento entrega de curriculum, a mi últimamente siempre pe asalta la misma duda ¿para qué si se que no me van a llamar?...aunque lo que más me cabrea es que lo hago a través de un servicio que ofrece mi Universidad a los alumnos y para cada oferta de empleo "en prácticas" envías un email, pero no son capaces ni de contestar diciendo eso de "mensaje recibido gracias"...me desespera.

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  4. Hola Beatrix!
    Me ha gustado mucho tu frase lapidaria del final, debió de quedarse a cuadros, ja,ja,ja.
    Yo conocí a una cantante que imprimía sus tarjetas en plástico transparente y con tinta fluorescente para que llamaran más la atención. Sí, al final todos sabían quien era: la garrula de las tarjetas fosforito.
    Ánimo con la andadura bloguera. Promete ;)

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